lunes, 16 de julio de 2012

Hercules C-130 T-60 Fuerza Aerea Argentina al Museo Nacional de Aeronautica




El 14 de septiembre del 2011 la plataforma de la Base Aérea de Morón recibió al T-60 en lo que fue su último vuelo, tras cumplir 22.000 horas de vuelo. La aeronave, que fue incorporada en la FAA a principios de la década del '90 luego de prestar servicios en la USAF, fue saludada por numeroso público que le brindó un último adiós, antes de pasar a integrar el Museo Nacional de Aeronáutica (MNA). El titular de la I Brigada Aérea, comodoro Mario Aubone, y el de la Base Aérea Morón, comodoro Juan José Janer, encabezaron la ceremonia.
Situado frente al MNA, donde permanecerá para ser expuesto al público, el T-60 generó en los presentes sentimientos encontrados y a más de uno hizo derramar una lágrima. "Es una aeronave que se encuentra en muy buenas condiciones para seguir volando pero lamentablemente ya tiene que dejar de volar porque alcanzó 22.000 horas de vuelo. Como piloto y titular de la I Brigada, me produce un sentimiento de mucha nostalgia porque es uno de los mejores que ha estado volando", sostuvo el comodoro Aubone.
Entrando ahora en una segunda etapa, la de la desprogramación, se van a recuperar algunas piezas con vida útil que servirán de repuesto para aviones que todavía están en servicio en la Brigada.
Por otro lado, y con la misma sensación, el comodoro Janer expresó que la baja de esta aeronave le generó una mezcla de sentimientos: "Por un lado, la alegría de poder preservar un avión histórico, en un lugar tan prestigioso como es el museo y por el otro, la tristeza de perder una máquina tan noble que ha prestado servicios tan importantes en la Fuerza Aérea. Me produce alegría y tristeza".
En esta oportunidad, la tripulación a cargo del Mayor Daniel Máspero, estuvo integrada por los 1° tenientes Ezequiel Torrero y Pablo Nuñez, los suboficiales auxiliares Esteban Luna y Jorge Jiménez y el cabo principal Diego Bogué.
"Son muchas las vivencias y satisfacciones vividas durante todo este tiempo. Realmente es un gran avión, que permite hacer muchas tareas operativas, desde un vuelo logístico antártico hasta un reabastecimiento en vuelo de combustible a un avión de combate", explicó el mayor Máspero, jefe del Escuadrón I C-130 Hércules y piloto de la aeronave desde el año 2000.
Tras acumular 2.500 horas de vuelo y tripular el avión por última vez, el oficial asegura que van a seguir trabajando con el mismo ímpetu y que "es un orgullo para nuestro Escuadrón estar representado en la 'galería del recuerdo', donde se encuentran todos los aviones que ha tenido la Fuerza Aérea Argentina".
Nostálgico y con los ojos húmedos, el suboficial principal Raúl Vicente, auxiliar de carga del Hércules, expresó que "he tenido el honor de volar este sistema de armas desde 1991. Tuve la suerte de brindar ayuda humanitaria en los países hermanos de Venezuela y Perú y aunque me perdí fechas importantes con mi familia, pasé los mejores momentos en este avión". Y continúa: "Es muy triste para un tripulante tener que dejar un avión en el museo, pero a la vez me siento orgulloso de haber estado durante el último vuelo del TC -60".
De manera simbólica, la puerta del Hercules C-130B se cerró para siempre.























Texto:Aeroespacio Ediciones
Fotos: Blog Aeronautico Argentino (Martin Muotri)

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