En un dia como hoy pero hace 38 años, 28 de Agosto de 
1975, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, en Tucuman,
 se produjo un atentado contra un avión Hércules ocasionando la muerte 
de 6 gendarmes y heridas a otros 60.
Esto NO salio en los diarios de hoy ni se comento ni se comentara. 
IN MEMORIAM !!!!!!!!!!
Proyecto de Declaracion del 2007.
H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE DECLARACIÓN
Texto
 facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que 
solamente podrá ser tenido por auténtico el texto publicado en el
 respectivo Trámite Parlamentario, editado por la Imprenta del Congreso 
de la Nación.
Nº de Expediente
3989-D-2007
Trámite Parlamentario
102 (13/08/2007)
Sumario
EXPRESAR
 SOLIDARIDAD CON LOS TRIPULANTES Y PASAJEROS DEL AVION HERCULES C - 130,
 TC - 62, AL CONMEMORARSE EL 32 ANIVERSARIO DEL DERRIBAMIENTO DE LA 
PRIMER AERONAVE DE LA FUERZA AEREA OCURRIDO EL DIA 28 DE AGOSTO DE 1975,
 EN TUCUMAN EN MANOS DE LA GUERRILLA.
Firmantes
GINZBURG, NORA RAQUEL.
Giro a Comisiones
DEFENSA NACIONAL.
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Expresar
 su solidaridad con los tripulantes y pasajeros del avión Hércules C- 
130, TC-62, al conmemorarse el XXXIIº aniversario del primer derribo de 
una aeronave militar perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina, ocurrido
 el 28 de Agosto de 1975, mientras cumplía una misión ordenada por la 
superioridad, de acuerdo con los términos del Decreto Nº 261/75 del 
Gobierno constitucional de la Sra. María Estela Martínez de Perón.
También
 cabe expresar en esta oportunidad, el reconocimiento al Comandante del 
Hércules TC - 62, Sr. Brigadier (R) Héctor Augusto Cocito y su 
tripulación, por la pericia demostrada salvando muchas vidas a bordo y 
civiles en
 tierra, y al Gendarme Raúl R. Cuello, por su heroicidad, logrando 
rescatar varios camaradas en sucesivas entradas en el avión incendiado y
 muriendo en la última de ellas, y en cuyo honor lleva su nombre la 
Escuela de Gendarmería Nacional situada en la localidad de Jesús María, 
en la Provincia de Córdoba.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En
 el año 1975 nuestras Fuerzas Armadas combatían contra los intentos de 
derrocar un gobierno constitucional y democrático. Era la continuación 
del gobierno del Presidente Juan D. Perón, ejercido por la Sra. María 
Estela Martínez de Perón, Vicepresidenta que reemplazó al Presidente 
para completar su mandato por fallecimiento de éste.
Las Fuerzas Armadas operaban en cumplimiento de lo ordenado por Decreto Nº
 261/75 del 5 de Febrero de 1975, y particularmente la Fuerza Aérea lo hacía por lo señalado en el Art. 4º de ese Decreto.
Las
 publicaciones periodísticas de entonces dieron a conocer un comunicado 
oficial de la Fuerza Aérea Argentina que a continuación se transcribe:
"Buenos Aires, 28 de Agosto de 1975
El
 Comando General de la Fuerza Aérea lamenta informar que en la fecha, a 
las 13.05, un avión de transporte C-130 `Hércules` sufrió un accidente 
provocado por elementos subversivos.
El
 hecho ocurrió en el aeropuerto Benjamín Matienzo, ubicado en la ciudad 
de San Miguel de Tucumán. A la hora indicada, dicha aeronave se 
aprestaba a iniciar un vuelo transportando 114 hombres pertenecientes a 
la Gendarmería Nacional y mientras se encontraba en plena
 carrera de despegue, delante de la misma se registró la detonación de 
un artefacto explosivo que causó la voladura de parte de la pista, 
afectando seriamente la estructura de la aeronave y provocando el 
incendio de la misma.
Sólo
 la pericia de la tripulación impidió que el atentado criminal alcanzara
 proyecciones de catástrofe, como hubiera ocurrido de haberse 
precipitado la máquina sobre el barrio obrero cercano al lugar o sobre 
la misma capital tucumana.
Como
 consecuencia del atentado se registraron 4 muertos. Los heridos, en 
número de 2, están siendo atendidos en establecimientos asistenciales de
 San Miguel de Tucumán"
En días posteriores murieron dos gendarmes más.
La
 orden recibida por el Hércules TC-62 consistía en trasladar 114 
Gendarmes
 pertenecientes al Equipo de Combate San Juan, que venían actuando desde
 50 días atrás en distintas zonas de la Provincia de Tucumán, de regreso
 a su lugar de origen.
Mientras
 los gendarmes embarcaban, un vehículo con las siglas de Agua y Energía 
recibía instrucciones de un terrorista subversivo infiltrado dentro de 
la estación aérea.
Diez a
 doce minutos antes del despegue (aprox. 12:50 Hs.) el vehículo se 
desplazó hasta una casa contigua a la pista cuyo frente daba a una boca 
de tormenta conectada a un túnel de desagüe, que atravesaba la pista de 
lado a lado, a 1.100 mts. de cabecera Norte y 1.000 mts. de cabecera 
Sur.
Del vehículo 
descendieron dos hombres a los que se les agregó un tercero, vestidos 
con overoles y cascos azules; su misión era hacer estallar por control 
remoto un poderosos
 explosivo previamente colocado en el túnel.
Completado
 el embarque, el avión rodó hasta cabecera y luego inició la carrera de 
despegue. Al alcanzar 200 Km/h, ya en el aire y a 10 mts. de altura, la 
tripulación pudo ver la explosión. Era como si la pista se hubiera 
levantado delante de ellos. Se ordenó la trepada inmediata del avión, 
pero sin poder evitar entrar en el hongo de la explosión, con bloques de
 piedra que dañaron partes sensibles del fuselaje, incendiando uno de 
los motores. En estas condiciones, imposibilitado de continuar el vuelo,
 siendo inevitable la inminente caída, se trató de impactar el terreno a
 un costado de la pista, incendiándose todo el avión en su contacto con 
el suelo.
Aquellos que 
salieron por sus propios medios, retornaron a la máquina tantas veces 
como fue necesario para rescatar a los heridos impedidos. En esta
 acción pereció por asfixia el Gendarme Raúl R. Cuello, quien regresó al
 avión repetidas veces salvando vidas, hasta quedar atrapado por las 
llamas en el que sería su último intento.
Como
 surge de la lectura de todo lo escrito, el espíritu del presente 
proyecto es rendir un homenaje a quienes fueron protagonistas del primer
 derribo sufrido por un avión de la Fuerza Aérea Argentina, en ocasión 
de la represión ordenada por un Decreto del Poder Ejecutivo Nacional, y 
en los actos posteriores de tripulantes y pasajeros tratando de salvar 
la vida de sus camaradas, especialmente en la persona de su comandante, 
el Sr. Brigadier (R) D. Héctor Augusto Cocito, quien sufrió graves 
heridas, de las que afortunadamente pudo recuperarse y hoy en día vive 
para contar esta historia.
Por lo expuesto, solicito a mis pares el apoyo al presente proyecto de
 declaración.
(ex Diputada Nac. Nora Guinzburg)
Blog Aeronáutico Argentino
 










 
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